viernes, 22 de marzo de 2013

Seguir adelante

Hace algunas semanas estuve en la Ciudad de la Furia, la mal llamada sucursal del cielo, la inigualable Caracas... 

Caracas es una ciudad de fuerte contrastes,  he entrado y salido de ella durante los últimos 9 años y siempre nos llevamos una relación de amor odio. Pero no puedo negar que siempre me enseña algo nuevo.

En mi ultima visita, fue en calidad de asistente para una charlas de la ONG "Espacio Publico" (desde aquí mi mas cordial saludo y gracias por la invitación , debido a problemas de logísticas llegue algo tarde a Caracas y con el ajetreo común de dicha ciudad, dejo mi maleta en la casa de mi buena amiga y salgo a tomar un taxi.

Los taxi en Caracas los catálogos de 3 tipos: 

  1. El tipo Meteoro: siempre anda apurado y busca la vía mas rápida de llevarte, generalmente no busca hacer conversación contigo. Generalmente conducen autos de 1 o 2 años del año actual, tienen aire (la gran mayoría) y prestan servicios VIP (al igual que sus tarifas).
  2. El de los techos rojos: son taxistas de la vieja escuela, manejan disfrutando del paisaje y hablan mas para si mismo que contigo. Generalmente utilizan taxi algo viejo, y por lo general no usan Aire Acondicionado.
  3. Los Profesionales que no consiguen trabajo: Generalmente son adultos contemporaneos que le han ido mal en la vida, no logran conseguir trabajo en la carrera que eligieron y deben mantener sus familias
Pero el taxista que me llevo a la charlas de Espacio Publico no era como ninguno de esos tres, al montarme y hablar un rato con el ya lo había catalogado en mi ultima categoría Profesional que no consigue trabajo, pero mientras vamos por la Av. Fajardo hablando de la situación del país y como esta el comercio, sale a relucir un detalle que no me había fijado.... EL TAXISTA ERA MOCHO

No me malinterpreten  no lo considero una desventaja... sino que realmente me quede admirado que un hombre que lo tuviera todo (fue Gerente de una gran cadena de supermercado en la capital), lo perdió todo debido a un Cáncer que obligo a los médicos amputarle la pierna derecha y debido a que la medicina es tan cara en el país, la operacion, tratamiento y rehabilitación lo dejo casi en la bancarrota.

Sus amigos se aprovecharon de su debilidad y obtuvieron su negocios y bienes a precios de gallina flaca y lo único que le quedo fue una parcela en Guatire. Pero mi admiración fue mayor cuando después que los médicos le dieran luz verde para que trabajara, decide meterse de lleno al mundo de la venta de lechones, y se rebuscaba como taxista los fines de semana en Caracas.

En el transcurso de la carrera me demostró que no era un simple Profesional desempleado, era un Profesional que tuvo un duro revés y supo enfrentar su situación para seguir adelante.

Aunque en las charlas aprendí muchas cosas, nada se compara a esa hora y media entre tráfico y preguntar donde se encuentra el Centro Letonia en la que un taxista mocho me enseño que no importa las situaciones que te presente la vida... Siempre debemos SEGUIR ADELANTE

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