viernes, 10 de septiembre de 2010

Humor e Impuestos :(

Todos los días 10 hombres se reúnen en un bar para charlar y beber cerveza.

La cuenta total de los diez hombres es de 100 EUR

Acuerdan pagarla de la manera proporcional en que se pagan los impuestos en
la sociedad de un país, con lo que la cosa sería más o menos así, según la
escala de riqueza e ingresos de cada uno:

Los primeros 4 hombres (los más pobres) no pagan nada.

El 5º paga 1 EUR.

El 6º paga 3 EUR.

El 7º paga 7 EUR.

El 8º paga 12 EUR.

El 9º paga 18 EUR.

El 10º (el más rico) paga 59 EUR.

A partir de entonces, todos se divertían y mantenían este acuerdo entre
ellos, hasta que, un día, el dueño del bar les metió en un problema: “Ya
que ustedes son tan buenos clientes,” les dijo, “les voy a reducir el costo
de sus cervezas diarias en 20 EUR. Los tragos desde ahora costarán 80 EUR.”

El grupo, sin embargo, planteó seguir pagando la cuenta en la misma
proporción que lo hacían antes.

Los cuatro primeros siguieron bebiendo gratis; la rebaja no les afectaba en
absoluto.

¿Pero qué pasaba con los otros seis bebedores, los que realmente abonan la
cuenta? ¿Cómo debían repartir los 20 EUR de rebaja de manera que cada uno
recibiese una porción justa?

Calcularon que los 20 EUR divididos entre 6 eran 3,33 EUR, pero, si
restaban eso de la porción de cada uno, entonces el 5º y 6º hombre estarían
cobrando para beber, ya que el 5º pagaba antes 1 EUR y el 6º 3 EUR.
Entonces el barman sugirió que sería justo reducir la cuenta de cada uno
por, aproximadamente, la misma proporción, y procedió a calcular la
cantidad que cada uno debería pagar.

El 5º bebedor, lo mismo que los cuatro primeros, no pagaría nada: (100% de ahorro).

El 6º pagaría ahora 2 EUR en lugar de 3 EUR: ( ahorro 33%)

El 7º pagaría 5 EUR en lugar de 7 EUR: ( ahorro 28%).

El 8º pagaría 9 EUR en lugar de 12 EUR: ( ahorro 25%).

El 9º pagaría 14 EUR en lugar de 18 EUR: ( ahorro 22%).

El 10º pagaría 49 EUR en lugar de 59 EUR:( ahorro 16%).

Cada uno de los seis pagadores estaba ahora en una situación mejor que
antes: los primeros cuatros bebedores seguían bebiendo gratis y un quinto
también.

Pero, una vez fuera del bar, comenzaron a comparar lo que estaban
ahorrando.

“Yo sólo recibí un euro de los 20 EUR ahorrados,” dijo el 6º hombre; señaló

al 10º bebedor diciendo “Pero él recibió 10 EUR”

“Sí, es correcto,” dijo el 5º hombre. “Yo también sólo ahorré 1 EUR; es
injusto que él reciba diez veces más que yo.”

“Verdad!!” , exclamó el 7º hombre. “¿Por qué recibe él 10 EUR de rebaja
cuando yo recibo sólo 2 EUR? Los ricos siempre reciben los mayores
beneficios!”

“Un momento!”, gritaron los cuatro primeros al mismo tiempo. “Nosotros no
hemos recibido nada de nada. El sistema explota a los pobres!”

Los nueve hombres rodearon al 10º y le dieron una paliza.

La noche siguiente el 10º hombre no acudió a beber, de modo que los nueve
se sentaron y bebieron sus cervezas sin él. Pero a la hora de pagar la
cuenta descubrieron algo inquietante: entre todos ellos no juntaban el
dinero para pagar ni siquiera LA MITAD de la cuenta.

Y así es, amigos y amigas, periodistas y profesores universitarios,
gremialistas y asalariados, profesionales y gente de la calle, la manera en
que funciona el sistema de impuestos. La gente que paga los impuestos más
altos son los que se benefician más de una reducción de impuestos. Póngales
impuestos muy altos, atáquenlos por ser ricos, y lo más probable es que no
aparezcan nunca más. De hecho, es casi seguro que comenzarán a beber en
algún bar en el extranjero donde la atmósfera es algo más amigable.

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